La toxina botulínica (Vistabel®) es una proteína natural purificada que relaja los músculos faciales. Se inyecta en pequeñísimas dosis donde existen arrugas de expresión, como en el entrecejo, para conseguir la eliminación o atenuación de las mismas y prevenir la aparición de nuevas arrugas.
La toxina botulínica, en este caso Vistabel ®, no es un material de relleno, por lo tanto no elimina las arrugas mediante el aporte de volumen, sino que actúa sobre los músculos de la cara relajándolos y disminuyendo el impacto de las contracciones en la piel. Actúa devolviendo la tersura y luminosidad al rostro, manteniendo una expresión facial natural.
La infiltración de toxina botulínica, es este caso es un tratamiento seguro que en EEUU se utiliza desde hace casi 20 años con resultados excepcionales y que no requiere prueba de alergia. Se administran dosis muy pequeñas y no se acumula con los años. Los efectos son siempre temporales y reversibles.
Tratamiento con Toxina Botulínica (Vistabel ®) para las arrugas de expresión
En la consulta y de forma ambulatoria la toxina botulínica se aplica mediante microinyecciones prácticamente indoloras y sin anestesia. Se inyecta superficialmente en las zonas donde hay arrugas faciales de expresión, como en el entrecejo y en un tiempo muy corto, unos 15 minutos. Una vez finalizado el tratamiento se puede volver a retomar la actividad normal inmediatamente, aunque se desaconseja acostarse y hacer ejercicio durante las siguientes cuatro horas. En algunos casos puede aparecer algún pequeño hematoma que fácilmente se puede disimular con maquillaje y desaparece en pocos días.
Resultados
Los efectos se empiezan a observar normalmente a partir del tercer día y, de forma progresiva, van aumentando y borrando las arrugas poco a poco. El rejuvenecimiento es evidente y la expresión facial queda más relajada, dando una sensación de tener buena cara y un aspecto descansado.
Para mantener las arrugas difuminadas y prevenir que aparezcan otras nuevas, se recomienda realizar un tratamiento cada cuatro meses al principio y a partir del segundo año una aplicación cada seis meses.