Come para vivir 100 años
Oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del sistema antioxidante endógeno.
Hoy traemos a nuestra sección Come para vivir 100 años un tema apasionante. El estrés oxidativo, su papel en el envejecimiento, y cómo combatirlo y enlentecer así el desgaste celular mediante la micronutrición.
El estrés oxidativo como sabemos es la agresión directa que sufren las estructuras celulares por las partículas llamadas “derivados reactivos del oxígeno”, siendo los radicales libres los más conocidos.
El acumulo de derivados reactivos reaccionan con nuestras moléculas, enzimas, ADN, estructuras de sostén, etc.; alterando su estructura y produciendo daños permanentes e irreversibles en todos ellos. El acumulo de estos cambios a lo largo de nuestra vida están detrás del envejecimiento del organismo y de la aparición de numerosas enfermedades y patologías como el cáncer.
Sistema Antioxidante Endógeno
Nuestro organismo tiene todo un ejército que llamamos sistema antioxidante endógeno para luchar contra estos desechos metabolitos. Este ejercito este compuesto por complejos enzimáticos dedicados a neutralizar y eliminar los derivados reactivos antes de que reaccionen con nuestras células. Sus principales componentes son la Superóxido Dismutasa (luego veremos que existen 3 tipos), el glutatión peroxidasa y la catalasa.
Oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del sistema antioxidante endógeno.
Estos complejos enzimáticos no trabajan solos, necesita para su funcionamiento eficaz algunos minerales, a los que llamamos cofactores. Son oligoelementos que debemos ingerir en la dieta y es aquí donde una micronutrición adecuada puede marcar una gran diferencia.
Repasemos cuales son estos cofactores.
1. Zinc / Cobre
La enzima superóxido Dismutasa tipo 1 y tipo 3, ambas dependientes del Zn/CU son dos de nuestros grandes héroes. Actúan en el citoplasma, núcleo celular, microsomas y espacio extracelular.
Neutralizan por dismutación las moléculas de superóxido (altamente toxico), transformándolo en elementos menos dañinos.
Su actividad es dependiente del Zinc y Cobre. Los alimentos con mayor concentración de estos minerales y que podemos incluir en nuestra dieta para asegurarnos un aporte correcto son:
Zinc: Germen de trigo, carne de buey, cangrejo.
Cobre: Hígado, calamar, chocolate, semillas de lino o trigo sarraceno.
2. Manganeso
Imprescindible para el buen funcionamiento del superóxido Dismutasa mitocondrial o tipo 2.
Los principales alimentos que lo contienen son los piñones, arroz integral, piña, espinacas, y una buena noticia el chocolate.
3. Selenio
El sistema Glutatión peroxidasa (GSH-PX) juega un papel central en los procesos de oxido/reducción celulares, donde cataliza las reacciones que ayudan a destruir los hidroperóxidos endógenos. Este sistema es totalmente dependiente de las concentraciones adecuadas de selenio.
Las principales fuentes alimenticias de selenio son el atún natural, ostras, bacalao y la nuez de Brasil.
4. Hierro
Nuestro último héroe es el sistema enzimático de las catalasas. Estas enzimas reducen el peróxido de hidrogeno a agua y oxígeno. Depende para su actividad del grupo HEMO y el Fe.
Las principales fuentes alimenticias del hierro son la morcilla, chocolate negro, salvado de arroz, alubias, lentejas y solomillo de res.
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